En Chapirete contamos con viñas prefiloxéricas que dotan a nuestros vinos de un sabor y calidad excepcional. Pero ¿qué es un viñedo prefiloxérico?

A mediados del siglo IXX, concretamente en 1868, entra en la península, desde Ámerica del Norte, una clase de pulgón que arrasa las vides de nuestro país casi en su totalidad.

La filoxera, de nombre científico Phylloxera Vastatrix, se convierte rápidamente en una plaga y comienza a alimentarse de las hojas y raíces de las viñas a través de sus picaduras. Los estragos en la planta son irreparables haciendo que la raíz se pudra y condenando a la vid a una muerte segura.

Pero, aunque la agresividad y la rapidez de propagación del pulgón consiguen acabar con gran parte de las cepas del país, algunas plantaciones sobreviven gracias a las condiciones del suelo donde habitan.

Los suelos arenosos-pedregosos de la localidad de Alcazarén (Valladolid), consiguen frenar los daños de la filoxera debido a que, gracias a su composición de arena y guijarros, el pulgón no llega a acceder a la raíz de la viña, evitando así sus picaduras y dando lugar a cepas centenarias supervivientes de la tan dañina plaga que asoló la península.

Por ello, nuestros viñedos, plantados en este tipo de suelo, reciben la denominación de viñedos prefiloxéricos y cuentan con la excepcionalidad de edades centenarias de sus ejemplares que proporcionan a nuestros vinos Chapirete el toque distintivo perfecto.